10 Salsas Clásicas Que Todo Cocinero Casero Debe Dominar
¡Descubre cómo las salsas pueden elevar tus habilidades culinarias en casa! Las salsas son clave para elevar la cocina casera a nuevas alturas. Una salsa bien hecha puede transformar un plato ordinario en una experiencia culinaria extraordinaria. Desde sabrosas salsas hasta glaseados dulces y pegajosos, las salsas aportan capas de sabor, humedad y textura a cualquier comida. Mientras que los restaurantes suelen contar con equipos de chefs perfeccionando sus recetas de salsa, los cocineros caseros también pueden dominar el arte de hacer salsas. Con un poco de práctica y las técnicas adecuadas, incluso los principiantes pueden hacer salsas de calidad de restaurante en sus propias cocinas. La clave está en aprender algunas recetas fundamentales que sirvan de base para infinitas variaciones. A partir de ahí, puedes ajustar y personalizar las salsas según tus gustos. ¡Aquí tienes algunas salsas clásicas y versátiles que todo cocinero casero debería saber hacer!
Tabla de contenidos
- Salsa de tomate
- Salsa para tacos de pescado
- Hollandaise
- Chimichurri
- Pesto
- Béchamel
- Gravy
- Velouté
- Salsa barbacoa
- Demi-glace
1. Salsa de tomate
Una salsa de tomate sencilla es una de las bases más versátiles para cualquier cocinero casero. Para hacerla, saltea ajo y cebolla en aceite de oliva. Agrega una lata de tomates triturados y cocina a fuego lento hasta que espese ligeramente. Sazona con sal, pimienta y hierbas como albahaca, orégano o tomillo. Finaliza con un chorrito de vinagre de vino tinto o jugo de limón para realzar los sabores. Utiliza salsa de tomate en pizzas, pasta, pollo, pescado y más.
2. Salsa para tacos de pescado
Esta salsa sabrosa no solo agrega un sabor vibrante a los tacos de pescado, sino que también se destaca en camarones, pollo y vegetales. En un tazón, combina crema agria, mayonesa, cilantro, salsa de chipotle en adobo, sal marina, ralladura y jugo de lima, y ajo picado. Mezcla hasta obtener una textura suave y cremosa. Esta fresca y ácida salsa para tacos de pescado ofrece el contraste perfecto para el pescado frito, caliente y crujiente. ¡También es ideal como salsa para mojar con totopos de maíz!
3.
Hollandaise
Esta elegante y cremosa salsa es un elemento básico para el brunch, se sirve con huevos benedictinos, espárragos y más. Bate yemas de huevo y jugo de limón en un baño maría hasta que espesen, luego agrega lentamente mantequilla derretida mientras sigues batiendo. La clave está en retirarla del fuego antes de que se caliente demasiado y se corte. Sazona con cayena, sal y pimienta blanca. La textura aterciopelada y el sabor agridulce hacen de la hollandaise un acompañamiento indulgente.
4. Chimichurri
Esta animada salsa verde de Argentina hace que las carnes a la parrilla se luzcan. Para hacerla, combina perejil, cilantro, orégano, ajo, cebolla de verdeo, vinagre de vino tinto, aceite de oliva, pimiento rojo triturado y sal en un procesador de alimentos. Mezcla hasta obtener la textura deseada. Aplica el chimichurri a la carne justo antes de servir para mantener las hierbas frescas y vibrantes. Además de las carnes, los sabores vibrantes y herbales de esta salsa realzan verduras, huevos, papas y más.
5. Pesto
El pesto se originó en Génova, Italia, pero se ha convertido en una sensación mundial. Se elabora con albahaca, queso parmesano, piñones, ajo y aceite de oliva. Para hacerlo, tritura los ingredientes en un procesador de alimentos hasta obtener una textura suave. Sazona con sal y pimienta. La versatilidad del pesto es difícil de superar. Úsalo para condimentar pasta o gnocchi, untar en sándwiches y pizza, añadir a sopas o agregar a carnes antes de asar o revolver en risottos. Prepara un lote de esta salsa verde brillante para tener siempre a mano.
6. Béchamel
Esta cremosa salsa blanca hecha con leche y roux proporciona una base rica y aterciopelada para platos como lasañas y pasteles. Para hacer la béchamel, comienza derritiendo mantequilla en una cacerola. Agrega la misma cantidad de harina y cocina mientras revuelves durante 2-3 minutos para crear un roux. Incorpora gradualmente leche caliente mientras sigues batiendo y luego cocina a fuego lento hasta que la salsa espese. Sazona con sal, pimienta blanca y nuez moscada. Para mayor riqueza, incorpora queso como gruyer o parmesano. La béchamel aporta una textura lujosa y un sabor suave a pasta, verduras, huevos y más.
7. Gravy
Un buen gravy puede transformar una humilde comida en un plato irresistible. Comienza con los jugos de la carne asada. Espuma cualquier exceso de grasa y luego incorpora partes iguales de harina para hacer un roux a fuego medio durante 2-3 minutos. Agrega lentamente caldo de pollo o carne mientras bates hasta que espese y cocina a fuego lento durante 5-10 minutos. Termina colando cualquier grumo y sazona con sal, pimienta y hierbas. Usa esta salsa gravy para cubrir puré de papas, bizcochos, pastel de carne o bistec empanizado. Con práctica, podrás preparar una salsa gravy perfecta cada vez.
8. Velouté
Similar a la bechamel, esta salsa blanca francesa comienza con un roux y leche, pero el velouté utiliza caldo de pollo, pescado o vegetales en lugar de leche para obtener un sabor salado. Derrite mantequilla, agrega harina para hacer un roux e incorpora gradualmente caldo tibio mientras bates.
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